Le propuse a Rubén que escuchara mi testimonio sobre cómo la llegada de dos gatos transformó mi vida y la de mis tres hijos. Hace cinco años, vi una entrevista en la que el Ing. Rubén Jungbluth hablaba sobre el impacto de las mascotas en las personas.
En aquel entonces, atravesaba momentos difíciles. Estaba separada y solo trabajaba tres horas al día, tres veces por semana, para cuidar de mis tres hijos pequeños. Mis ingresos apenas sumaban 216 euros al mes, insuficientes para cubrir gastos básicos como vivienda y alimentación. Me sentía atrapada en una situación económica precaria y, aunque la tarifa de consulta de Rubén era elevada, sentía que él podría ofrecerme la solución que necesitaba. Así que, decidí pedir prestado el dinero y concertar una cita con él.
El día de la consulta, tuve que recurrir a una cabina telefónica debido a problemas de conexión. A pesar de las dificultades, tomé nota de todas las indicaciones que Rubén me dio. Me recomendó adoptar dos gatos en momentos diferentes. El primero falleció después de un mes, lo que me sumió en la desesperación. Sin embargo, seguí sus consejos y adopté otro gato más tarde.
Para mi sorpresa, mis circunstancias comenzaron a mejorar notablemente. Aumenté mis horas de trabajo y mis ingresos mensuales se incrementaron a 800-900 euros. Con el segundo gato, mis ingresos ascendieron a 1.400 euros al mes. Esta estabilidad financiera me permitió adquirir un automóvil usado y continuar progresando.
Agradecida por este giro positivo en mi vida, decidí regresar a Perú después de 13 años y emprender estudios en enfermería técnica para mejorar mis oportunidades laborales en Italia.
Dos gatos cambiaron mi destino, sacándome de la pobreza. Estoy eternamente agradecida a Rubén por su ayuda en este proceso. Mi última consulta con él fue para pedir orientación sobre mudarme de casa, en busca de seguir avanzando en mi camino hacia el éxito.
Como Rubén suele decir, "es tiempo de alcanzar el éxito", y yo estoy viviendo esa realidad. El cielo siempre tiene un plan para cada uno de nosotros, y este testimonio es una prueba de ello.